Hay muchas personas que prefieren denominarla agua de vida, pero lo cierto es que el nombre con el que comúnmente se identifica a esta singular bebida de tan beneficiosas propiedades y que cualquiera puede preparar con muy poco esfuerzo en su propio domicilio es rejuvelac.
El Rejuvelac puede prepararse en casa de manera sencilla y aquí te lo contamos como hacerlo #rejuvelac Clic para tuitearEl término en cuestión tiene un claro origen francés y alude a las propiedades rejuvenecedoras – se trata de un alimento antioxidante- que la ingesta de este bebedizo tiene para la persona que lo consume.
En sí, el rejuvelac no es otra cosa que un probiótico natural muy sencillo de elaborar y que está al alcance incluso de las economías más modestas.
Como probiótico, se define a todo aquel compuesto que el ser humano puede consumir sin riesgo alguno para su salud y que incluye en su composición microorganismos vivos cuya ingesta es beneficiosa si se consumen en cantidades adecuadas.
Conviene, eso sí, no confundir los probióticos con los prebióticos, que son sustancias naturales que forman parte de la dieta y estimulan el crecimiento de bacterias capaces de restaurar la flora intestinal.
En términos etimológicos, lo probiótico podría definirse como todo aquello que está a favor de la vida. El concepto, que identifica a la categoría de sustancias a la que pertenece el rejuvelac, lo acuñó en los primeros años del pasado siglo XX el científico y Premio Nobel de Medicina en 1908 Ilya Mechnikov.
A él se le debe la identificación de las propiedades beneficiosas de otro de los probióticos más célebres que existen y que no es otro que el yogur.
El científico ruso nacido en Jarkov en 1845 fue el primer occidental en afirmar que los lactobacilos contenidos en ese preparado lácteo tan popular son capaces de reducir el número de bacterias productoras de toxinas en el intestino de todos aquellos que lo consumen.
El rejuvelac, por tanto, es un compuesto natural que tiene muchos puntos en común con el yogur.

¿Qué es el rejuvelac exactamente?
El rejuvelac es un fermento líquido consumible por vía oral y resultado de la germinación de determinadas semillas o brotes de trigo.
Al ser un fermento; se trata de un compuesto cuyas proteínas y carbohidratos se han convertido, respectivamente, en aminoácidos y azúcares simples.
Se trata de una bebida que contiene también dextrinas, fosfatos, lactobacilos y vitaminas C, E y B. Sus nutrientes, por tanto, son asimilados por el organismo con mucha rapidez.
Además, se trata de un compuesto que –como cualquier otro fermento- contiene gran cantidad de enzimas.
Las enzimas son muy necesarias para nuestro organismo y, a menudo, no se consumen en cantidad necesaria.
Esa insuficiencia, que está generada por el consumo excesivo de alimentos cocinados o elaborados industrialmente, está habitualmente detrás de problemas digestivos de diversa índole.
¿Qué beneficios exactos implica consumir rejuvelac?
Son muchos y destacados, pero buena parte de ellos tienen que ver con el tracto intestinal. Se trata, de hecho, de una bebida útil para luchar contra el estreñimiento y para limpiar el intestino.
Favorece el buen funcionamiento del colon –contiene lactobacilos- e, incluso, reduce las flatulencias gracias a su contenido en enzimas, ya que estas permiten digestiones más ligeras.
El sistema inmunológico de quien consume esta bebida también se ve beneficiado y la inflamación que normalmente se vincula a dolencias como la gastritis o la colitis se atenúa.
El agua enzimática –porque así se denomina también habitualmente al rejuvelac- tiene, en definitiva, propiedades desintoxicantes.
Y eso significa que es capaz de eliminar buena parte de las toxinas que genera el propio organismo como resultado de una alimentación poco equilibrada o la exposición a determinados agentes externos.
Esta desintoxicación que el rejuvelac permite se produce, además, de forma natural y sin necesidad de ingerir complementos alimenticios sintéticos. Los procesos de desintoxicación tienen efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo, el aliento, el aspecto físico o, incluso, el olor corporal de quien los completa.
¿Con qué se puede preparar rejuvelac?
El rejuvelac es una bebida que puede prepararse con diversas semillas, verduras o legumbres muy fáciles de conseguir. Entre las más útiles para elaborarlo, hay que citar pseudocereales como la quinoa o el trigo sarraceno (también conocido como alforfón) o cereales clásicos como el centeno, el trigo, la alfalfa, la cebada o la avena.
Con arroz, lentejas, mijo, alubias, garbanzos, amaranto o, incluso, repollo; también es posible preparar rejuvelac; aunque fueron los brotes de trigo la primera materia prima empleada para preparar esta benéfica bebida. Sea cual sea el cereal o legumbre que se emplee, conviene tener claro que es imprescindible utilizar siempre granos enteros.
Emplear como materia prima arroz blanco, trigo precocido, avena tostada o mijo pelado es un despropósito, ya que este tipo de productos no germinan y, sin germinación, no habrá producción de rejuvelac.
La quinoa germina en menos de ocho horas. El arroz lo hace en menos de cuatro días. El mijo y la avena, en un plazo de entre uno y tres días dependiendo de la variedad y el origen. El centeno tiene un plazo de germinación de entre 24 y 48 horas. Y el trigo, por último, germina en menos de cuatro días también.
La rapidez del proceso depende de la temperatura a la que se mantienen las semillas mientras este proceso se acomete.
Si la temperatura supera los 22 grados, la germinación será más rápida.
Para que una semilla germine, eso sí, es imprescindible mantenerla en remojo. Sin agua, no hay rejuvelac.
¿Cómo se consigue?
Preparar rejuvelac es un proceso relativamente sencillo que está al alcance de cualquier particular.
Para desarrollar dicho proceso, basta con disponer de agua limpia y fresca, un recipiente con una capacidad mínima de medio litro, una tela fina, una goma elástica y un espacio oscuro y cálido.
Lo primero de todo es activar las semillas o legumbres y, para ello, es necesario dejarlas en remojo durante un tiempo variable y que depende de la materia prima que estemos empleando.
Aunque lo más habitual son entre diez y quince horas que se convierten en entre cuatro y ocho si estamos utilizando quinoa.
Siempre, eso sí, legumbres o semillas deberán cubrirse con una cantidad de agua que triplique el volumen que estas ocupan y el recipiente que las acoge deberá ser cubierto con una tela fina sujeta a la boca del mismo con una goma elástica.
Con un buen puñado –la cantidad que cabe en una taza de café- de semillas o legumbres; basta para elaborar hasta seis tazas colmatadas de rejuvelac, ya que la cantidad de semillas elegida se cubre siempre con un volumen de agua tres veces mayor.
Una vez completado ya el periodo de activación, el siguiente paso es abrir el recipiente y escurrir las semillas. Mientras las semillas permanecen en el colador, se procederá a limpiar el recipiente.
Con el recipiente ya limpio; se vuelven a ubicar en su interior las semillas; se cubren de nuevo con agua y el recipiente se cierra hasta que germinen.
Durante el proceso, eso sí, es necesario lavar y enjuagar repetidas veces –cada semilla y cada legumbre tiene un plazo de germinación distinto- para evitar que la materia prima se deteriore o aparezca moho.
Cuando las semillas han germinado, se vuelven a colar y se cubren de nuevo con agua.
Entre veinticuatro y setenta y dos horas después, se dispone ya de rejuvelac.
El proceso concluye cuando se observa un color más o menos blanquecino en el agua, algo de espuma en la superficie y el olor de la mixtura es ligeramente ácido.
Si aparece moho, hay que dar por concluido el proceso y desechar germinados y agua. Una vez conseguido el rejuvelac, hay que colar la mixtura por última vez y desechar las semillas germinadas, ya que los nutrientes que interesaban están ahora en el agua.
El recién obtenido rejuvelac puede, si así se desea y para mejorar su sabor, mezclar con jugo de limón a razón de medio limón por cada litro de rejuvelac.
El bebedizo puede consumirse de manera inmediata y es posible conservarlo –siempre en nevera- durante hasta una semana.
Precauciones importantes
Manipular germinados es un proceso delicado en el que la higiene es crucial.
Al realizar los enjuagues y el escurrido de las semillas, conviene utilizar guantes.
Aunque el resultado final es un líquido ligeramente turbio y con olor ácido; el sabor es agradable porque, en él, predominan las notas de levadura.
Si el líquido final es agrio, o amargo; se está ante la prueba de un error: el sabor agrio indica que la fermentación ha sido excesiva y el sabor amargo señala que esta no se ha completado.
Si cuando el proceso se ha completado aparentemente aparecen partículas blancas flotando o el agua tiene un olor desagradable, conviene desechar el líquido y reiniciar el proceso porque el cultivo habrá sido colonizado por bacterias no beneficiosas para el cuerpo humano.
¿Cómo se consume?
El rejuvelac puede consumirse solo, pero también es posible ingerirlo mezclado con zumo de limón o combinado con otros jugos vegetales.
También puede utilizarse para producir lo que se conoce como queso vegano, que no es otra cosa que un alimento preparado con pasta que se obtiene de frutos secos.
Dicha pasta se bate junto al rejuvelac y la masa resultante se vierte en un molde de cristal. A continuación., lo preceptivo es dejarlo secar a temperatura ambiente durante un máximo de 36 horas.
A mayor temperatura, más rapidez en el proceso. El preparado puede guardarse hasta dos semanas en la nevera.
Recetas con rejuvelac
El rejuvelac, además de beneficioso para la salud, es un producto muy versátil.
Permite preparar sopas energéticas o aliños para ensaladas y, también, es posible utilizarlo para preparar mascarillas terapéuticas con las que hidratar la piel, eliminar manchas de la cara, combatir el acné o mantener la piel lozana.
Las mascarillas para combatir el acné se preparan mezclando rejuvelac y arcilla y la que permite mantener la piel lozana se elabora con plátano macerado, yogur, perejil y rejuvelac.
También es posible preparar una mascarilla para pieles grasas mezclando pera madura machada con rejuvelac.
¿Cuándo conviene consumirlo?
El consumo de rejuvelac es algo que queda a criterio del consumidor, pero sí que conviene tener en cuenta que hay determinados momentos del día en los que su consumo está particularmente indicado.
Así, una opción interesante es tomar un vaso antes de cada comida para asegurar que la digestión posterior será más ligera.
Otra posibilidad es mezclar el rejuvelac con el café, la leche o el zumo que tomamos para desayunar y también es muy buena idea tomarlo a media tarde. En los meses de verano, y sobre todo si se mezcla con limón y con una generosa ración de hielo, el rejuvelac se convierte en un excelente refresco.
Toni Jardón, afamado blogger asturiano especialista en horticultura y vida sana, recomienda consumir al menos un alimento fermentado al día, otro que contenga clorofila y una generosa cantidad –cinco al día, se recomiendan- de frutas.
El rejuvelac, por sus propiedades, cubre perfectamente el nicho de los fermentados.
Propiedades antioxidantes y menos colesterol
Los beneficios del rejuvelac son múltiples, pero a todos los indicados conviene añadirles otros dos que son particularmente importantes. Uno tiene que ver con sus propiedades antioxidantes y el otro, con sus cualidades para combatir los altos niveles de colesterol en sangre.
Sus propiedades antioxidantes se concretan en su capacidad para combatir los radicales libres –lo que retrasa el envejecimiento celular- y su papel de aliado en la lucha contra el colesterol se explica porque reduce la absorción intestinal de grasas y porque las bacterias que contiene pueden utilizar el colesterol en sangre para su propio metabolismo.
El rejuvelac, en definitiva, es un excepcional aliado en la lucha por una vida más sana y feliz. Elaborarlo es fácil y resulta muy económico. No aprovechar sus beneficios, por tanto, se antoja prácticamente un dislate.
De ti depende si te sumas o no al cada vez mayor contingente de personas que, en todo el mundo, conocen y aprovechan las ventajas de este humilde fermentado que te ayudará a vivir más y mejor.
Ahora ya sabes qué es el rejuvelac, cómo se elabora, qué propiedades tiene y de qué formas puede consumirse. Tú decides si quieres o no convertirlo en tu aliado.